Cuando se tiene un proyecto y se decide emprender, uno de los aspectos que genera mayor incertidumbre es saber qué tan rentable será. La primera barrera para un emprendedor es saber cuánto dinero ganará par invertir su tiempo y dinero de manera sensata.
Muchos deciden arrancar con ideas poco realistas sobre los aspectos financieros de una empresa. La rentabilidad o rendimiento del capital no es una fórmula mágica; ella cambia a lo largo del ciclo de vida de un negocio
¿Te gustaría saber cómo es la rentabilidad de una empresa emergente?
Antes de entrar a explicar la rentabilidad es necesario definir qué se entiende por empresa emergente.
Una empresa emergente es aquella que irrumpe en un mercado y que representa una evolución en el modelo de negocio. Se caracteriza porque su gestión está orientada hacia la generación de valor para sus clientes y rendimiento para sus accionistas (Demil y Lecocq, 2009). De allí que, por lo general, esté vinculada a la innovación.
Otra característica importante es que su éxito no depende de su fundador, sino del liderazgo y trabajo en equipo.
De acuerdo con el ciclo de vida de una empresa, un negocio emergente es aquel que ha alcanzado su etapa de madurez. Durante ese tiempo la empresa tiene un tamaño adecuado por lo que mantiene su capital.
No obstante, también se ha hecho más complicado de manejar: el crecimiento implica llevar a cabo distintos tipos de inversión. Por ello, de manera eventual se requerirá financiamiento lo que puede afectar su rentabilidad económica.
La rentabilidad de una empresa es distinta a lo largo de su vida. En una primera etapa, un emprendimiento lucha por conseguir sus primeros clientes.
Su énfasis está puesto en desarrollar una ventaja competitiva que le permita diferenciarse en el mercado.
Su rentabilidad es difícil de determinar, ya que sus costos reales aún no están muy claros. La mayoría de los recursos financieros se consiguen a través de terceros.
Mientras que en su madurez la empresa emergente debe acometer proyectos que habían sido pospuestos por falta de recursos. Como es un periodo donde se genera dividendo, lucha por crecer y adaptarse a los cambios del mercado.
Entonces la decisión entre acudir al financiamiento interno o el externo se vuelve crítica: pueden surgir problema de liquidez.
Para mejorar la rentabilidad de una empresa es necesario poner en marcha la planificación
estratégica. Esta herramienta permitirá identificar los productos que generan mayor beneficio,
disminuir los costos de operación y fijar los objetivos de venta.
La planeación estratégica de una empresa también incluye:
Otra opción para mantener las ventajas competitivas es incorporar un “coa” a tus productos o servicios. El
COA es un certificado de autenticidad, emitido por un tercero, ya sea una asociación u órgano
regulador, que garantiza a tus clientes el origen y calidad de tus productos.
Estas son algunas claves de la rentabilidad de una empresa emergente.
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